jueves, 18 de febrero de 2010

2º DÍA 3 DE FEBRERO DEL 2010

Hoy seguimos la SMV, donde el ambiente se nos presenta más animado. Personas y personajes de Valencia y alrededores se dan hoy cita par seguir el curso de la moda valenciana.


En Paco Roca puesdes encotrar al hombre clásico con toques de modernidad y al hombre más atrevido que posee un toque de distinción.

El traje de chaqueta era el protagonista. Las chaquetas se combinaban a cuadros en blanco y negro, rojo o gris junto con texturas aterciopeladas y pantalón de vestir de corte clásico. En los pantalones también eran frecuentes las combinaciones de tejidos dentro de la misma prenda. Algunos conjuntos combinaban entre sí y otros creaban una atrevida disonancia entre parte superior e inferior. El calzado, de color rojo intenso se inspiraba en el hombre de los años 20 para crear un toque de distinción, fue lo más destacable del estilismo.

Para las salidas posteriores el tejido metalizado fue el recurrido en los trajes de cocktail así como otras prendas remarcadas por las costuras (los pantalones recordaban a los del “Soldadito de plomo”) la camisería era muy trabajada y cuidada en los detalles. Cortes horizontales para las chaquetas y cortes verticales para los pantalones.

Una colección a medio camino entre el traje de ceremonia y el traje de paseo.








Juan Vidal triunfa entre el público con su mujer siempre sexy y poderosa. El rojo, el protagonista indiscutible, se paseaba por la pasarela en forma de faldas, blusas y chaquetas.

El dorado fue el perfecto acompañante que destilaba poderío junto con las tableadas faldas, los cuerpos ceñidos, los minishorts, las camisetas tipo gabardina con reminiscencias a las chaquetas militares y vestidos cruzados, todo ello confeccionado con una tela liviana y otra mas consistente que se intercalaban entre faldas y blusas disparmente con gran acierto que creaba un juego de caídas muy favorecedor. La figura femenina quedaba resaltada por los cortes a la cintura de las prendas.

Después hicieron su aparición unos tonos lilas y fucsia que conjugaban con el rojo, transparencias, cinturones hebillados y cremalleras doradas.











En su colección, Higinio Mateu nos adentró al mundo de los vestidos-objetos con su inspiración de maletas antiguas, sillones tallados y tocadores. La silueta de la mujer quedaba muy marcada por los hombros que perfilaban una línea recta sobre la mujer. Los vestidos a medio camino entre el arte y las prendas de vestir destilaban un aire señorial donde el color perla, el crema y el plateado fueron los elegidos para combinarse con la capelinas, las faldas abullonadas, los bustos rígidos, los escotes trabajados en formas orgánicas, pantalones de pitillo y mayas doradas. Era una colección bastante recargada pero desde los vestidos hasta los tocados eran como piezas de arte trabajadas individualmente.